Síndrome postvacacional, ¿mito o realidad?

Todos los años, al finalizar las vacaciones, volvemos a la rutina, el trabajo, los horarios, las obligaciones y… aparece la depresión postvacacional. Pero, ¿realmente existe o lo hemos inventado?

Está claro que a nadie le gusta dejar de disfrutar de su tiempo libre, sin horarios, haciendo lo que nos apetece y realmente nos gusta, sin jefes que dictaminen e impongan objetivos y sin infinidad de quehaceres por terminar. Desde este punto de vista, parece claro que terminar las vacaciones no es plato de gusto para la mayoría de las personas, lo cual no quiere decir que, necesariamente, se tenga que desencadenar un síndrome o trastorno.

Realmente, volver de las vacaciones es un cambio en la rutina, lo mismo que dejar de trabajar para coger las vacaciones. Cambian nuestros horarios, obligaciones, etc. Nuestro cuerpo necesita unos días de margen para adaptarse los cambios que vivimos, aproximadamente entre 10 y 15. No podemos pretender ,después de un período de tiempo haciendo lo que queremos, que la vuelta a la normalidad sea rápida y sin apenas consecuencias. Debemos respetar ese periodo de adaptación en la medida de lo posible, además, hay que tener en cuenta que cuanto más largo haya sido nuestro período vacacional, más nos costará volver a reconectar con la rutina.

Intentar no volver cuando la carga de trabajo esté ya al 100% para adaptarnos a él, antes de que empiece el curso escolar para volver a acondicionarnos al tráfico, si tenemos la posibilidad de hacer jornada reducida, es mejor incorporarse unos días antes de que esta finalice para que la adaptación se más paulatina. Tener paciencia mientras nuestro organismo y mente vuelve al nivel de funcionamiento habitual es fundamental, las prisas nunca son buenas, y en lo que a procesos mentales se refiere, menos aún.

El síndrome postvacacional es, simplemente, que nos fastidia volver a la rutina, a trabajar y a no disponer de nuestro tiempo como nos gustaría. En nuestra mano está llevarlo mejor o peor y hacer que esos días de adaptación sean un suplicio o pasen más rápido.

Imágenes de www.unsplash.com

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